Durante una gentil visita invitado por mi amigo Stephen Kaplan Rector de la Escuela de Diseño Altos de Chavón, tuve la oportunidad de ser atendido por un mago de la cocina Julio Sánchez, un autentico maestro Chef por sus venas corre el fuego del fogón su mirada acuciosa no escapa el punto preciso en la preparación de sus guisos y platos exuberantes sazonados con el misterio ancestral de la isla encantadora, el color y sabor de sus platos son la envidia de cualquier aficionado al buen yantar, todo esto aunado a su bonhomía típicamente Dominicana y Caribeña hace de la cocina un taller de arte, color y sabor Julio es un alquimista natural ha sido bendecido por los dioses del Fogón sus manos hábiles transforman simples frutos de la tierra, del mar y el aire en delicias fuera de este mundo.
Amigo Julio humildemente te dedico este libro peruano de cocina adquirido en una Feria del Libro Limeño en una tarde de invierno nublada y monótona pero sé que te servirá de inspiración el recetario criollo y andino, estoy más que convencido que tu sapiencia y magia de tus manos harán transformaciones y fusiones caribeñas rodeado del paraíso que te acompaña, el azur del cielo, ríos y mares frescura del verde follaje e infinito horizonte desde tu ventanal como una Atalaya donde Cristóbal Colón descubrió extasiado los frutos de la isla encantadora y paradisiaca.
Cada día en la mesa Julio nos sorprendía transportándonos a lugares imaginables India, China, América, Oriente y su amada isla Dominicana sin lugar a dudas un paraíso en este convulsionado mundo.
Te dedico esta caligrafía noble amigo como testimonio de nuestra fértil amistad y agradecimiento a tus gentiles atenciones en la mesa cotidiana degustando tus exquisitos platos acompañado de las conversaciones de nuestro amigo común: Stephen Kaplan, acaso se puede pedir algo mas en este mundo ¡
Lima, 2011.
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