Conocer a Stephen Kaplan es toda una fiesta de arte y diseño, su carisma y sentido de humor me recuerda a veces a Woody Allen caminando en las calles de NY dando un salto a la acera del frente caribeño rodeado de sus hermosos gatos en un paisaje que fascinaría a R. Dufy y Mattisse especialmente al atardecer del paraíso en Altos de Chavón oteando el horizonte al lado del sinuoso y serpenteante río Chavón, manso y apacible que se desliza sin prisa como una gran serpiente verde azulada.
Stephen, es un gran educador, su mirada escrutadora observa la energía invisible que emanan sus invitados, sus banquetes y atenciones son proverbiales este gran hombre destila un potente humanismo un equilibrio de inteligencia y pasión por el arte & diseño.
Son muy escasos estos hombres capaces de valorar el talento de otros y ocultar el suyo en una muestra de generosidad y grandeza, la dramática realidad es que vivimos rodeados de mucha mediocridad, las sociedades masificadas han globalizado el Bad Taste
Como un capitán de una embarcación dedicada a la búsqueda y formación de talentos creativos dirige con acierto e inspiración la Escuela de Diseño Altos de Chavón, considerada una de las 11 mejores escuelas del mundo.
Para este gigante he dedicado este tríptico como recuerdo de una gran amistad y admiración y ojala volvamos a conversar la sobremesa en el marco del paisaje verde azulado rodeado de tus afables felinos y el arte culinario del amigo Julio escuchando jazz, merengue, valses peruanos y aroma latinoamericano.
¿Qué mas se le puede pedir a la vida amigo Stephen ?
1 comentario:
Extraordinario y elegante tu arte, Maestro Jaime, realmente, pocos con tu sensibilidad y entrega, como éste; un trabajo dedicado a un ser también excepcional: el también Maestro Stephen Kaplan a quién admiro y aprecio.
Poco calígrafos en el mundo tienen tu maestría y dedicación. Mi reiterada admiración de siempre.
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